Desde hace varios años, el pistacho se ha convertido en el fruto seco de moda. Todo gracias a sus increíbles propiedades y valor nutricional, sencillez para transportar y por supuesto, su excelente sabor.
Pero muy poca gente sabe realmente de dónde viene el pistacho, ya no el árbol, sino el lugar geográfico que dio origen a este fantástico superalimento, y cómo desde allí se fue trasladando hasta alcanzar todos los rincones de nuestro maravilloso planeta.
Historia del origen de los pistachos
Para empezar hablando del origen de los pistachos, vamos a comenzar hablando sobre él. El pistacho nace del árbol pistachero o alfóncigo, denominado Pistacia Vera, perteneciente a la misma familia que el del anacardo.
El pistacho es un fruto seco, en cual se cultiva en climas cálidos, por eso se hizo perfecto su cultivo en los países del sudoeste de Asia y ahora en España, EE. UU. y países con climas muy calurosos.
7.000 años de pistachos
El origen de los pistachos se remonta a hace más de 7.000 años y donde él árbol del pistacho, tiene su origen en Asia Occidental y Asia Menor, sobre todo en los ahora países de Irán, Turkmenistán, Turquía y Afganistán.
Su cultivo ya era conocido por los egipcios, griegos y romanos; se introdujo en Italia desde Siria en el siglo I y posteriormente sus plantaciones se extendieron al resto de los países de la cuenca mediterránea.
La etimología del pistacho
El nombre del pistacho proviene de Pisteh, su nombre en persa. En Persia, el comercio y la propiedad de pistacho significaban riqueza y alto estatus. La selección inicial y su progreso, se emprendió en la era del Imperio Persa, que se extendió desde el Mediterráneo oriental a Asia Central.
El pistacho en las obras de arte
El árbol del pistacho también formó parte de los Jardines Colgantes de Babilonia, una de las Siete Maravillas del Mundo. Este paisaje se atribuye a Nabucodonosor II, rey de Babilonia. Nabucodonosor plantó pistachos en sus jardines para disipar las críticas de su esposa, que encontraba monótono el paisaje de Babilonia.
Globalización del pistacho
Tras conocer el sabor del pistacho y la polivalencia de este en la cocina, no tardó en hacerse sonar por todo el mundo y de ahí que se exportará hacia más zonas geográficas, empezando por los más cercanos, como Europa y el este de Asia.
El comercio del pistacho dio a los países productores cierto renombre y aumentó la riqueza en esas zonas.
La llegada del pistacho a Europa
Debido a la cercanía de Europa con los principales países productores del Pistacho, se comenzó una globalización del Pistacho que llega hasta nuestros días.
Con las conquistas de Alejandro Magno (334-323 AC), el fruto seco llegó a Grecia. Más tarde, bajo el régimen del emperador romano Tiberio (siglo I AC), el pistacho se introdujo también en Italia y España.
Pero no fue hasta más adelante cuando la zona de cultivo del pistacho se amplió con la expansión del Islam y el consecuente crecimiento árabe. El comercio en el Levante se vio ampliado junto con las Cruzadas durante la Edad Media.
Principalmente, la República de Venecia cerró acuerdos comerciales con Siria, una de las principales áreas de cultivo del pistacho. Estos productos llegaron al norte y al centro de Italia a través de las rutas comerciales marinas.
Al otro lado de los Alpes el pistacho no tuvo tanta repercusión y a penas se comerciaba y consumía. No fue hasta después de la Segunda Guerra Mundial cuando este increíble fruto seco se convirtió en un popular aperitivo.
Llegada a España del Pistacho
Los romanos lo descubrieron en Siria y lo introdujeron en los países del Imperio de Occidente, incluida la Península Ibérica, pero fueron los árabes quienes enamorados de sus verdes y deliciosos frutos, perfeccionaron e intensificaron el cultivo del árbol del pistacho, al que en sus inicios llamaron Alfóncigo.
Los árabes elaboraron numerosas recetas con pistachos y refinadas creaciones culinarias, especialmente machacados y espolvoreados sobre platos de carne.
Interrupción del cultivo del pistacho
El cultivo se interrumpió tras la expulsión de los árabes por los Reyes Católicos. Sin embargo, los pistachos seguían haciendo salivar al mundo y pronto España retomaría el cultivo para favorecer el comercio internacional, ya que el clima mediterráneo es perfecto para el cultivo del pistacho.
Llegada del Pistacho a América
Gracias a los avances del comercio y de las tecnologías, el Pistacho no tardó mucho en llegar a otros continentes más alejados de su lugar de origen.
El Pistacho en Estados Unidos
La llegada del pistacho al continente americano se centra sobre todo en el norte de América, concretamente en los Estados Unidos, donde de la mano de inmigrantes de oriente medio, la distribución del pistacho fue aumentando paulatinamente.
Las primeras señales del pistacho en Estados Unidos datan del año 1880, pero no fue hasta más adelante cuando se comenzó con el cultivo de este increíble superalimento.
El cultivo del pistachero en América
Rápidamente, se detectaron zonas en este país con un suelo fértil y un clima ideal para el Pistacho. El Valle Central de California cuenta con las condiciones ideales para el crecimiento del pistachero, debido a su suelo fértil y su clima cálido y seco con inviernos moderadamente fríos, por lo que pronto se convirtió en una de las principales zonas de cultivo en el país.
El viaje a Persia en busca de los mejores pistachos
En 1929, el botánico estadounidense William E. Whitehouse viajó a Persia (ahora Irán) para recopilar pistachos. Durante casi un año, viajó para recopilar hasta 10kg de pistachos seleccionados individualmente.
Esta selección ayudaría a comenzar el cultivo del superalimento, plantando las primeras parcelas en 1931. Los árboles de pistacho tardan entre 7 y 10 años en madurar hasta obtener el fruto, por lo que Whitehouse tuvo que esperar pacientemente para comerse el primer pistacho estadounidense.
La historia del Pistacho estadounidense continúa hoy en día, siendo uno de los mayores productores mundiales.
Estado actual del Pistacho en España
Como hemos comentado actualmente, el clima mediterráneo hace que el cultivo del pistacho sea perfecto.
España dispone de un espacio de cultivo de unas 1.200 hectáreas, exportando cerca de unas 12.000 toneladas al año a todo el planeta.
Pero sin duda, el mejor pistacho es el de la cuenca del Mediterráneo y en Pistamed lo sabemos, por eso enfocamos nuestra producción en esta zona, donde nos encanta cultivar este fruto seco que tanto gusta a pequeños y mayores.